OBEDIENCIA vs. DISCIPLINA
PEDAGOGÍA DE ESTADO
Todos hemos escuchado alguna vez en nuestras vidas ¡obedéceme! Si tenemos en cuenta que obedecer significa cumplir la voluntad de quien manda. Es evidente que en esta manera de educar se ejerce un poder inamovible del adulto generalmente sobre los niños.
Bien sea para implantarles una orden, imponer un hábito,hacer cumplir un mandato o sencillamente perpetuar una pauta moral, política o religiosa. De estos aspectos somos muy conocedores aquellos que pertenecimos a la generación de los 60 y los 70.
No digamos ya quienes fueron educados en sus hogares o en sus colegios a la orden de la frase tan común «la letra, con sangre entra».
Y aunque tuve la suerte de criarme en una Familia donde pegar a los hijos ,por norma, no se contemplaba ,convirtiéndose esta doctrina, en un pilar de confianza, amor y agradecimiento eterno hacia mis padres.No puedo al igual que muchos de mi generación,no podemos decir lo mismo ,viniendo las órdenes y mandatos desde las escuelas.Evidentemente tener miedo a quien te reconduce, sean tus padres o maestros es lo más ilícito y humillante que un niño pequeño puede vivir cada día.
Sin embargo, nos hemos ido a la conducta opuesta, a practicar la pedagogía del “ laissez faire» término francés que engloba un movimiento pedagógico denominado,dejar hacer.
Y hemos dejado hacer en estas últimas décadas unas generaciones de niños y jóvenes que han dejado de temer a sus padres y maestros para sufrir una Pedagogía de estado sin precedente en la historia de la Humanidad. En donde el miedo no viene de la orden, sino de las leyes atroces que se aprueban cada día, de la ejecución a pies juntillas de las mismas, el miedo lo sienten en su desarraigo familiar, en la intemperie emocional, el miedo lo produce la teoría del caos y la falta de pilares culturales,sociales y educativos firmes. Generando vulnerabilidad, debilidad,y como consecuencia,desequilibrio inquietud y agresividad.
Es el momento de plantearnos un movimiento pedagógico y educativo nacional ,donde exponer a debate la Educación Pública ya debiera ser una cuestión urgente de estado.
Les recuerdo que extraña es la semana que no salta una noticia en nuestro país de este modelo educativo implantado ,donde lo más grave, serio y complejo está por venir. Y aún así. Mantengo un optimismo acérrimo porque llevar la Educación Pública al Servicio de la Humanidad , va a depender exclusivamente de la luz, y responsabilidad de padres y maestros en un estado de amor y consciencia plena.
CarmenSoledad García Gutiérrez