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Las aulas del siglo XXI

LAS ESCUELAS – LA HIGIENE EN LOS ESPACIOS PÚBLICOS DE LOS MÁS PEQUEÑOS

De la colección literaria – Cartas de maestra
Carta nº 13
Análisis de las escuelas como espacio público
Fragmentos del libro SOS Educación Pública
Capítulo 7
“Nada, nunca jamás, hace abandonar la idea de que todo debe evolucionar hacia lo grandioso, hacia lo positivo, hacia lo constructivo, hacia lo limpio, hacia lo hermoso, hacia lo energético, lo equilibrado, lo sosegado y lo no enfrentado. El ser humano está en estos momentos más que nunca en postura de “lucha”, intentando defenderse constantemente. Algo que no le beneficia ni ética, ni intelectual, ni física ni energéticamente”.

“Y cada curso escolar sucede lo mismo. Prisas de última hora en Septiembre, abandono, descuido municipal, autonómico, nacional como si los colegios fueran aquellos lugares que en último momento se averigua todo en un ¡pis & pas!
Las competencias nunca están bien delimitadas, por lo tanto, nuestros colegios no merecen en absoluto esa falta de atención física, debiendo ser tratados como lugares sagrados por el mero hecho de encontrarse los niños dentro de ellos.
Pero no es así, y nadie debe sentirse atacado por esta confesión, por esta crítica constructiva y necesaria”.

Estamos en pleno siglo XXI y el espacio escolar debe ser entendido con el mimo, cuidado, atenciones y prestaciones que tanta defensa al menor se ha profesado.
No puede demorarse ni un curso escolar más. Y a propósito de la ley del menor, bien podrían aplicarla a los espacios públicos. ¿De qué y de quién protegemos a los niños tanto?
Un tema peliagudo el de las leyes de protección, donde intrínsecamente llevan en su redacción, el miedo en vena. Para nada se corresponde tanto escrúpulo con este tema y unos espacios en las aulas que dejan todo que desear en estas últimas décadas, y si los padres acuden a los centros, es algo que al menos en Andalucía, no pueden negar que es cierto. Los tiempos han cambiado tanto y tan aprisa, el mundo se debate entre la riqueza extrema y la pobreza más absoluta. No permitamos que las Aulas del Siglo XXI se anclen en el olvido para seguir acometiendo dentro de ellas saberes y conocimientos rancios y no fructíferos”.

¡El espacio como prioridad! El servicio de limpieza diario, de mantenimiento antes, durante y después, lugares liberados de espacios añejos y rancios en el tiempo, desinfecciones periódicas por el hecho de concentrarse dentro en ocasiones hasta medio millar de personas.

Suciedad, deterioro, cúmulo de papeles inútiles, todo en mal estado, montañas de libros de texto usados y sin usar, armarios rotos, sillas viejas , paredes desconchadas, mal olor, parálisis en el tiempo y en el espacio. Olvido, incompetencia, despreocupación, falta de compromiso político. En resumen, espacios, nada cuestionados.
Tras estas reseñas pertenecientes al capítulo 7 de mi último libro –SOS Educación Pública-

Solo me cabe añadir que no podemos dejar las escuelas como espacios públicos para ser tratadas una semana antes de que acudan nuestros Niños a ellas. Ni antes de este confinamiento manipulado, ni por supuesto después.
Han sido muchos los enfrentamientos con entidades competentes a este respecto, parece ser que las escuelas, al ir los niños pequeños…simplemente… ¡allá van!

Señoras y señores políticos…ayuntamientos, consejerías, señora ministra de educación…los niños pequeños dan tantísimo trabajo, es tan agotador el estar a su lado, con ellos, educarles, atenderles, enseñarles…que cuando es Septiembre y llega el momento, se abren las escuelas como las puertas de chiqueros y acudimos en masa.
Y en masa estamos un año tras otro en las escuelas públicas.

No pueden, no deben dejar nuestros colegios para cuando ustedes vuelvan de lujosas vacaciones.

Y este debate de higiene, seguridad, confianza y armonía no es un debate de miedos entre familias y docentes, que siempre, absolutamente siempre hacemos lo que podemos en este caso con las instalaciones físicas que el gobierno nos ofrece.

No es de recibo saber que muchos docentes acudimos tras el confinamiento con las mismas papeleras llenas que dejamos… y así volvimos y así estuvimos durante la semana de ensayo conductual… ¡por favor…las escuelas de los más pequeños, prioridad!

¡ La que jamás han tenido!

Y como el despertar de la consciencia global está siendo una realidad, no dudo de que haya mejoras y todas para bien.

Podríamos hacer auténticos jardines y lugares de conocimiento y bienestar para nuestros niños solo si lo deseáramos.

Transformar la neurosis del miedo inducido en ganas colectivas de trabajar al servicio de nuestros más pequeñines… porque SON NUESTRA COSECHA FUTURA.

¡Qué así sea! ¡Abrazos!

Carmen Soledad García.